Hoy
llega la entrevista a un militar peruano, notafílico y viajero incansable. Luis
Carranza recorre el mundo y a país que llega busca para conocer los lugares que
aparecen en los billetes de banco. Luis eres uno de los que me has inspirado
para intentar hacer lo mismo en la numismática.
Comenzamos
entonces...
¿Cuándo comenzó su afición por la
notafilia?
Antes de iniciar esta entrevista, te agradezco la
consideración que me brindas y quiero que sepan que es un honor para mi el
poder participar, estar presente y aportar en este interesante blog.
La afición por los billetes empezó como muchos que
conozco; cuando niño yo – 7 u 8 años de edad- mi mamá recibía regularmente
correspondencia de Argentina, y de los sobres aprendí a desprender las
estampillas; y cuando me enviaba al correo para depositar las suyas, con el
vuelto me compraba algunas para mi colección. A eso, se conjuga la llegada a mis
manos de un Almanaque Mundial (The World Almanac and Book of Facts), es así que
me nace el interés de saber cuántos países existían, donde quedaban, como eran
sus banderas y como conseguir estampillas de esos países. En ese Almanaque
Mundial había un artículo sobre billetes y empecé a curiosear sobre los
billetes de otros países, al extremo de llegar a pedirle a mi mamá que en sus
cartas les pida a sus hermanos que me envíen billetes de Argentina. Meses
después el pedido tuvo resultados, llegó mi primer billete de otro país, con un
rostro del libertador José de San Martín muy diferente a la imagen que tenía de
él, un San Martín muy mayor, muy anciano. Posteriormente siguieron llegando
algunos otros, de la misma serie, los que se sumaban a los billetes peruanos
que podía atesorar en mi colección. Llegó la época de los Intis en Perú, una
época inflacionaria de la economía del país, hecho que permitía la acumulación
de billetes en forma rápida y fácil por la cantidad de ceros que se le iban
incrementando a la moneda.
Ya de mayor, en una oportunidad trabajé como
tesorero de una unidad del Ejército, y debajo del vidrio del escritorio a
manera de adorno había colocado los billetes que tenía, aspecto que llamaba la
atención de quienes entraban a mi oficina. Un amigo también tesorero de su
Unidad me pidió que se los preste para adornar su oficina porque le llegaría
una visita de inspección. Este amigo nunca me los devolvió, falleció en un
accidente en un río de la selva peruana al voltearse la lancha que lo transportaba.
Hasta allí llegó mi primera colección.
Pasaron bastantes años después para retomar esta
afición. Por la especialidad que tengo en el Ejército no me faltó la
oportunidad para hacer algunos viajes al extranjero, de los cuales siempre me
quedé con un billete de los vueltos que a última hora se reciben en los
aeropuertos. Estos andaban por la casa guardados de manera aislada entre
páginas de libros o cajones de veladores, hasta que al segundo de mis hijos se
le ocurrió juntarlos. Un día lo encontré mirando los billetes, no más de cinco
o seis, y le pregunté si quería tener más. Desde ese día, en el año 2013
recuerdo, hasta la fecha no paro de conseguir lo que se pueda agregar a la
colección.
¿Es miembro de alguna asociación o
sociedad numismática?
No, tengo la intensión de pertenecer a alguna pero
lamentablemente la dedicación al trabajo no me lo permite. He tenido la
oportunidad de reunirme con amigos del Instituto de Investigación Numismática
del Perú por cordial invitación de mi amigo Cesar Corrales, uno de los
principales referentes en Perú. Es una tarea pendiente que tengo, sé que
pertenecer a una Institución de esa naturaleza me hará crecer considerablemente
en los conocimientos en este apasionante pasatiempo, pero por ahora soy
autodidacta.
¿Qué billetes según su opinión son los
más bellos?
Esta es una pregunta que nunca me gustó, es como
preguntarle a un padre cual es su hijo preferido, y no existe una predilección
hacia ellos, uno los quiere a todos en igual dimensión.
Ahora, hay billetes con mucho arte como los de
Francia y sus colonias; y muy simples, como los inflacionarios de Zimbabwe,
todos tienen una historia que contar.
¿Cuáles son sus joyas notafílicas?
Pienso que muchas veces la expresión “joya
notafílica” la relacionamos con el precio que pudiera tener una pieza, pero eso
no me parece correcto. Mucho tiene que ver el entorno en el que se desenvolvió
el billete, todo lo que pasó para llegar a la colección y el lugar que ocupa en
esta.
Con esas características tengo algunos billetes de
la época de la Guerra del Pacífico que se dio entre los años 1879 y 1983 entre
Perú y Chile, por el contexto histórico que estos tienen. De otros países, me
gusta indagar todo lo relacionado a hechos históricos, guerras mundiales,
luchas por independencias; por ejemplo, mucho aprecio le tengo a los billetes
de la península de Corea durante la ocupación de Japón, o de la península de
Crimea en los años 1917-18, a los de Malvinas de los años 80 por mencionar
algunos.
¿Dónde adquiere sus billetes?
Tengo varias formas de adquirirlos, pero a medida
que uno aprende va acomodándose mejor a sus posibilidades. Recuerdo la primera
vez que salimos con mi hijo a comprarle a una persona que contactamos por la
web, adquirimos unos billetes que después nos dimos cuenta que estaban
sobrevalorados – el tipo se aprovechó de nuestra falta de conocimiento y
entusiasmo -, luego conocimos los puestos que existen en el Jirón Camaná en el
Cercado de Lima. A los inicios, cada vez que visitaba la ciudad de Cusco
acostumbraba a buscar en las casas de cambio los billetes que dejaban los
turistas que llegan de todo el mundo, normalmente los de baja denominación de
sus países.
Buscando información por la web entré al blog BILLETES DEL MUNDO y con cierto temor le escribí a
mi hoy amigo virtual Claudio Fernández, en un par de semanas estaba
llegando nuestro primer intercambio por correo postal, con mis hijos sentíamos
que habíamos descubierto el mundo. Por un par de años estuvimos haciendo este
tipo de intercambios con coleccionistas que respondían nuestros mensajes en
COLNECT, con un 95% de efectividad; unas cuantas cartas perdidas, las demoras,
los costos y la llegada de billetes en estado no pactado nos desanimaron en
continuar con esa manera de conseguirlos. Tenemos la suerte de contar con
amigos que viajan constantemente y sabiendo que uno colecciona no faltan los
que llegan de regalo, esos se suman a los disponibles para los intercambios.
La posibilidad que tuve de visitar algunos países me
permitió también hacerme de los ejemplares en circulación. No soy un
obsesionado en conseguirlos en estado UNC, pero si en las mejores condiciones
posibles. Busco completar series, tener uno de cada número de Pick, no busco
por firmas o fechas.
En sus viajes alrededor del mundo une la
notafilia y viajar; cuéntenos de esas experiencias...
Bueno, esa es la parte que más me gusta en la
notafilia, y la idea nació por una pregunta que no le supe responder a una tía.
Resulta que fui a visitar a esta tía llevando mi colección, que en ese momento
era transportable ya que entraba en un álbum. Ella ojeando los billetes me
preguntó por un personaje y no supe que responderle, me dijo: Si no sabes quien
es, entonces para que los juntas?.
Eso bastó para iniciar la búsqueda de información de
los detalles de cada billete, la biografía del personaje, la fecha del billete,
la ubicación del lugar graficado, entre otros. En ese afán me percaté que había
lugares en los cuales yo me había tomado una foto, Torres del Paine en Chile,
la Casa Blanca y el Capitolio en Washington,
la Catedral de Vilna y el Castillo de Trakay en Lituania,
el Teatro Bolshoi y el Kremlin en Moscú,
además de diversos lugares en Perú, por lo que me
animé a hacer una composición gráfica de “Billetes, Lugares y Yo” de
cada billete.
La cosa salió simpática y me propuse que la idea se
replique en otros coleccionistas, por lo que organicé un concurso entre los
miembros del grupo COLECCIONISTAS DE BILLETES.
El requisito para participar y ganar era publicar una composición donde se vea
el billete, el lugar y al coleccionista; y es así que aparecieron dos titanes, Juanjo
“Numiszarrios” Banegas y Ernesto Altamirano, ambos le han dado la
vuelta a la tierra más que la luna. El premio fue un billete de 5 Soles de Perú
de 1879, y el ganador fue Ernesto. Cuando sea grande quiero ser como ellos.
La especialidad que tengo en mi profesión me ha
permitido hacer algunos viajes, inmediatamente conozco el próximo destino me
meto de lleno en los billetes de ese país y determino los lugares posibles de
visitar, llegando inclusive a visualizar el lugar exacto
donde pararme para la toma fotográfica. Utilizo mucho el Google Earth, sitio
donde ploteo los lugares que aparecen en los billetes. Pueden ver dos tomas de
pantalla a manera de ejemplo, una de toda Colombia, otra de toda Bogotá.
Me imagino que debe tener algunas
anécdotas de esta particular forma de vivir la notafilia...
Anécdotas tengo miles, como lo es el darme la vuelta
corriendo a la Ciudad Antigua de Jerusalén para conseguir las fotos en todas
sus puertas, madrugar para completar los puntos en Tokio y regresar al hotel
para desayunar con la familia y continuar con lo planeado, ganarme la pacencia
de mis hijos para caminar duro y parejo hasta el siguiente punto en Beijing, convencer
a un guardia tailandés sin saber una palabra de su idioma para que me permita
el ingreso a la Asamblea Nacional para tomarme una foto en uno de sus
monumentos, conseguir autorización para ingresar al edificio de un banco y
tomar la foto desde una de sus ventanas para que se aprecien bien el edificio
de la Corte Suprema de Hong Kong,
o convencer a mi señora para que se trepe a un árbol
con nieve para que la foto salga en la vista exacta de la Academia Confusiana Dosan
Seowon Andong en Corea del Sur.
Así como hay experiencias agradables, también están
las frustraciones. Hay lugares que los tuve tan cerca y por diversas
circunstancias no pude tomarme la foto. Por ejemplo, en Bogotá la noche de
rumba fue tan buena que al día siguiente durante la visita a las Minas de Sal
de Zipaquirá busqué un lugar cómodo para dormir la resaca, tiempo después me
enteré que la catedral sale en el billete de 500 pesos de 1973, o cuando hice
el pago con un billete de 50 Soles y me percaté que una de las esquinas del
Templo Chavín de Huantar estaba impreso en el reverso de ese billete, habiendo
estado la semana anterior parado en ese lugar sin haberme tomado la foto.
Antes de que llegara la COVID-19 al Perú, llegó
a visitarme Ernesto, él fue el primero a quien tuve la oportunidad de hacerle
el recorrido notafílico de Lima, y antes de que viajara a Buenos Aires le di
los puntos que tengo ploteados de esa ciudad, estoy esperando que me confirme
la exactitud de los mismos. ¿Será que su confinamiento obligatorio en esa
ciudad no le permite completar el recorrido?.
¿Algo por decir…?
Si, como bien dice Juanjo en sus
líneas: coleccionista se nace, y se lleva en la sangre. Además de billetes, le
dedico también mi tiempo libre a las monedas, tengo una colección de jarros que
tuvo que frenar su ingreso de nuevas piezas por falta de espacio, una colección
de alas de Aviación Militar, especialidad que me permitió visitar muchos
lugares del mundo, y lógico que por allí están todavía las estampillas que bien
despegaba de los sobres que recibía mi mamá desde Argentina.
Muchos
ven como un gasto el adquirir una pieza para la colección, cuando en realidad
es una inversión, esta se valora con el paso de los años; así mismo, el
coleccionar algo a uno lo disciplina, le desarrolla el sentido de la selección,
de la clasificación y organización de las cosas.
Para
finalizar, agradezco nuevamente la oportunidad que me brindas para compartir
estas experiencias, saludo a los amigos coleccionistas, e invito a buscar el
lugar, tomarse la foto y compartir sus experiencias, se darán cuenta que estos están
a la vuelta de la esquina.
impresionante Luis ! Una verdadera y emocionante historia de una coleccionista de raza como eres tu. Demás esta decir que el trabajo de Yanosky es excelente ! Saludos amigos !!! Y viva la Notafília !!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias amigo Claudio por leer la entrevista y por todo el apoyo.
EliminarMuy buena nota
ResponderEliminarGracias por leer la entrevista
EliminarMuy buena entrevista una adicción muy placentera, tengo unos billetes de Perú que se tu los tendrás en vitrina lo coordinamos, espero algún día visitarte y conocer tu colección
ResponderEliminarSerá un placer hacer el recorrido por los lugares de Perú.
EliminarSaludos
Ante todo quiero felicitar por la entrevista muy bien realizada y poner en conocimiento aficionados muy pocos comunes, Coleccionista de Billetes hay muchos, pero ser coleccionista y sacarse foto en los lugares que fueron protagonista de la portada de un billete (papel moneda) es muy extraordinario, es por eso quiero FELICITAR (desde Argentina) A LUIS CARRANZA por esta brillante idea y desearle muchos éxitos, buena onda para que siga recorriendo el mundo mostrarnos esta perpectiva... un abrazo de Gringo Segura
ResponderEliminarGringo, preparate que llego para la foto en la Casa Histórica de Tucumán.
EliminarHola cómo está saludos desde cuba quisiera decirle que tengo un billete de los de 20 dólares que pone está página 👉https://www.televisa.com/noticias/este-billete-de-20-dolares-se-oferta-en-mil-400-pesos-en-internet/
ResponderEliminarNo sé si será exacto como Disen y no soy tan especta 🤣🤣quisiera q me ayudara y si le interesaría comprar un saludo desde cuba mi número
5330265 si le interesa y tiene WhatsApp o por aquí me informa 🙏🙏